Esta es mi tierra...
la sangre vertida en
los campos de tiempo.
La sangre que pide
reconocer a sus perecederos
Lloran, lloran los
justos y ríen los crueles,
he de vengarme, he
rescatarte.
Marcharé rumbo a la
victoria,
por mi tierra amada,
por la llanura que
despierta con el rocío cada mañana,
por los animales que
corren despotricando su valor y su coraje
Marcharé por los
justos y libraré a los débiles
no llores, mi amada,
no llores que regresaré.
Cuando las flores
vuelvan a sonreír en primavera,
cuando los corazones
sufran por amor y no por la guerra,
cuando los cánticos se
llenen de alegría
y las huestes
descansen en sus establos
y no en las montañas
entre acero y huida,
entonces regresaré.
Más espera amor mío,
que no te abandono,
mi alma respira el suspiro
de tu corazón
cada vez que en
nuestros pensamientos coinciden
y sé que ese día cuando despiertes acariciando la mañana
me verás caer del
cielo como un ángel guardián,
o cabalgando
victorioso desde los murmullos del horizonte.
No importa cuando ni
donde, no importa cómo,
volveré a besar tus
labios,
labios de esa tierra
amada,
labios de la hierba
fresca,
de los suspiros de las
damas,
de la locura que
protege la libertad de los inocentes.
No llores por mí,
no recuerdes mi
nombre.
simplemente soy una
más que busca
ser libre.
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