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sábado, 10 de octubre de 2015

Amantes

Dime tú, por qué fui presa de esa mirada,
esos ojos que se encontraron entre la gente y se perdieron.
Dime tú, por qué de amor hablaron mis pensamientos,
un amor indebido, una sensación de fuego.
Dices que quemarse a veces es bueno,
¿Pero qué tan bueno es arder en el infierno?
Y si ardemos juntos, si nos perdemos entre las llamas
¿Qué será de nosotros?
Dime tú, por qué razón es este amor que llena mi pecho,
por qué esta necesidad de tus besos,
de tus manos acariciando mi espalda,
de las sonrisas, de las miradas.
Dime tú, por qué correspondes,
cuando podría ser yo la enamorada
silencioso pecado el mío sería,
esposada a un amor que ya no siento.
Dime tú, por qué no estas a mi lado,
por que no nos amamos en silencio,
es que no puedo evitarlo
esto que siento me domina, me controla,
me transforma en quien soy.
Dime tú, por que tiemblo cuando estas cerca,
por qué necesito del néctar de tus labios
labios prohibidos, más que deseados.
Escapemos lejos, que no nos alcancen los prejuicios
que no nos tiemblen las palabras.


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