Dime tú, por qué fui
presa de esa mirada,
esos ojos que se
encontraron entre la gente y se perdieron.
Dime tú, por qué de
amor hablaron mis pensamientos,
un amor indebido, una
sensación de fuego.
Dices que quemarse a
veces es bueno,
¿Pero qué tan bueno es
arder en el infierno?
Y si ardemos juntos,
si nos perdemos entre las llamas
¿Qué será de nosotros?
Dime tú, por qué razón
es este amor que llena mi pecho,
por qué esta necesidad
de tus besos,
de tus manos
acariciando mi espalda,
de las sonrisas, de
las miradas.
Dime tú, por qué
correspondes,
cuando podría ser yo
la enamorada
silencioso pecado el mío
sería,
esposada a un amor que
ya no siento.
Dime tú, por qué no
estas a mi lado,
por que no nos amamos
en silencio,
es que no puedo
evitarlo
esto que siento me
domina, me controla,
me transforma en
quien soy.
Dime tú, por que tiemblo
cuando estas cerca,
por qué necesito del néctar
de tus labios
labios prohibidos, más
que deseados.
Escapemos lejos, que
no nos alcancen los prejuicios
que no nos tiemblen
las palabras.
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